En un gran espacio, lleno de viejas documentaciones obsoletas, olvidado en el tiempo y con problemas de filtraciones, se propuso la recuperación del mismo para la realización de una sala multifuncional, que aporte a los trabajadores del Parque de la Ciudad, a la Comuna, y al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, un lugar destinado a realizar actividades de todo tipo.
Se planteó un espacio que pueda tener un armado flexible para una gran cantidad de usos a los que no se le estaba dando respuesta desde la Comuna. Se utilizaron materiales acústicos en paredes y cielorraso, permitiendo utilizar el espacio como microcine mientras las oficinas seguían operando; equipado con proyector, sistemas de audio, redes informáticas, efectos de iluminación y dimerizado, etc.
Desde su pronta inauguración la sala fue comenzada a utilizar de inmediato para eventos de la Comuna, como capacitaciones, clases de yoga, clases de conversación saludable, presentaciones del GCBA, etc.